Rebuscó entre sus lazos de color violeta y dobló el alfiler con su propio dedo, y recordó a qué olía la sangre, esa mezcla de hierro y aire.
El llanto de la guitarra aislada. Los brazos vacíos de una madre. Ese trozo de pelo partido que muere entre tus manos.
'' fui el poeta nocturno del sufrimiento ''
El llanto de la guitarra aislada. Los brazos vacíos de una madre. Ese trozo de pelo partido que muere entre tus manos.
'' fui el poeta nocturno del sufrimiento ''
2 comentarios:
La sangre huele a hierro y aire?
creo que si, nunca me detuve a pensarlo, y eso que busqué fisuras muchas veces.
Hermosas letras, un abrazo.
Pero cómo me gusta leerte, son todos tus textos tan geniales (L.
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