La melodía que adjudica a los labios inspirados. Billetes de autobús bien guardados en la cartera.
Y tú qué supiste deletrear el alfabeto del desastre. Que enseñaste a las hormigas a rascarse el ombligo.
Sí que es cierto, que a veces la realidad destiñe los colores de la ilusión, que la realidad se queda insípida, tal vez sea mejor lamer un ladrillo.
diván
Siete balas en mi bolsillo y una piruleta partida en la mochila.
3 comentarios:
La realidad...
No aguantaríamos la realidad ni un día entero.
De ahí el autoengaño.
Beoss.
Interesante, desconocía por completo la existencia de ese grupo "pandemia", me ha gustado mucho, cuando tenga más tiempo voy a investigar un poco más.
En otro orden de cosas no sé si es mejor lamer un ladrillo, si es cierto que hay personas expertas en centralizar lo que tocan; no me sorprende lo de las hormigas.
Un fuerte abrazo del sur, nos estamos comentando.
Me encanta :)
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