Aparcas el coche, con cuidado, fijas cada movimiento, cada contacto con el pedal de aceleración y de freno. Y ya predispusiste las luces a su buen tiempo y los retrovisores estaban más que reglados. Sentías su cuerpo bajo las ruedas, en cada movimiento de tu suspensión, oías cómo su asfixia llegaba hasta tus oídos y se retorcía, no pedía socorro y tampoco perdón, simplemente hacía que su dolor fuera real, aunque él sólo estuviera en tu cabeza, cómo espíritu o segunda persona.
Adiós moralidad.
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4 comentarios:
Por ahí empieza a gestarse un grave problema.
Alguien sufrirá tarde o temprano.
Besos.
Esta entrada me recuerda a lo que me está costando sacarme el práctico... Una de paciencia, por favor... xd
Besazos =)
Pareciera que siempre venimos con algo atascado en la conciencia; eso que está bajo el automóvil, la segunda persona.
Me encantó el final, como usas el espacio en blanco, y ese par de palabras como en el medio de un desierto,
Siempre me sorprende este espacio, gracias.
Abrazos.
Hola guapa :)
En primer lugar decirte que gracias por pasarte por mi blog y por seguirme, y que escuchare encanta la cancion que me pases jaja alomejor con un poco de suerte consigues que me guste algo el rap ;)
Por cierto, me fije ahora en lo del maltrato animal, firme gracias por ponerlo ahi para ayudarlos :D
Ahh y la entrada es maravillosa como tu blog entero claro esta!
Un besazoo y sigue asi
Marta
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