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jueves, 15 de diciembre de 2011
Epitalamio de grafemas.
No puedo deglutir mis desidias con poco más que carbón y leche en una taza de barro.
No considero el propio bien algo a malgastar, no atribuyo méritos a mis paseos por otros rostros,
pero es que el verde que ahora cubren mis días lo he sembrado yo. Flores lampiñas de hojas erizadas, revueltas pero de una belleza impoluta. Con el olor del café al pie de mi cama y las rebanadas de las páginas que yo misma voy partiendo. Tiranía de aquellos que al girar mi atención recubren la estancia de palabras citrón.
Sus mejillas de la gualda, cuando ningún cumplido le nombra, su almendrado mirar sumado al color de aquellos garzos engarzados.
Si pudiera elegir entre la gloria y la sabiduría del camino, y me planteara tan siquiera la duda, más bien ya sería hora de aplazar todo gusto.
¿Quién no es esclavo de su propia ignorancia?
En la soltura de la vida desgranamos acertijos sin esperanza, que a más temprano o tardío, encontraremos en su solución el regocijo por años que pasen o tiempo que tarde.
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4 comentarios:
Acertijos que se pudren con el paso de los días y a los que no premiamos ni con un recuerdo que los acoja.
Besos.
respecto a tu ultima frase, prefiero refugiarme en mi ignorancia en vez de sumergirme en una realidad cruda.
Nos comentamos!
Hay preguntas que se responden solas, otras simplemente no la tienen o jamás sabremos cual será.
Pero no hacérselas es algo que a las personas como nosotras, que necesitamos entender el por qué de tantas cosas, nos es imposible no intentar buscar su origen o esa respuesta que nos corta el aliento.
Tiranos hay en todas partes, a esos sí que nadie los entenderá jamás.
Llevaba una semana sin pasarme por aquí, he de decirte que ha sido más que nada cuestión de tiempo y contratiempos que se han presentado desafortunadamente, en estas fechas que me gustan tan poco. Pero ya vuelvo a tener tiempo.
Te mando un fuerte abrazo, Anne.
Me gustan tus conclusiones, eres una tía lista, a pesar que todos seamos esclavos de esa ignorancia.
Pasarán los años, y se resolverán acertijos, pero siempre nacerán otros nuevos.
Un beso guapa
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