Seguidores
lunes, 6 de febrero de 2012
La percepción es irrelevante.
Yacía el limonero junto al caudal de los desfogues que pernoctaban junto a él.
La lujuria sobrellevó de malas maneras sus senderos, deflagrando sus esencias y expeliendo su aroma bajo el oteo de sendas luxaciones.
Tronchó su torcida perfección una madrugada al contemplar la llegada de una primavera tosca, que lejos de traer consigo los menesteres de floridos campos, se bastó de su vanagloria por pereza de una austera vida.
Desvistió su corteza por el buen afán de una bienvenida más lustrosa y reanimó todo influjo por ser valiente.
El mundo es de muchísimas maneras, incontables, sólo nosotros, los humanos, intentamos darle un sentido único.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
Como si fuéramos los dueños.
Estamos tontos.
Yish, diría que esto le ha dado una nueva dimensión a mi catarro.
Es placentero leer un buen texto, donde las palabras abren sus tesoros y brotan promisorias de sentidos.
Aquello del sentido único o la verdad oficial o el dogma... sin duda, frena y anestesia al espíritu humano.
Te dejo un saludo fraterno desde el confín austral!
La percepción es una crisálida adicta a los calendarios, las medidas y el mundo no se llevan bien, pese a lo que diga la historia humana no se llevan nada bien,
Fuerte abrazo, un gusto el regreso.
Me ha gustado la entrada, tienes un blog curioso! Me iré pasando, vale?
Te sigo un saludo! ^^
Y todos esos sentidos que le puedas dar huelen a otoño gracias a tus palabras :)
Chulisima prosa.
me encanta
besos<3
Incontable, tienes razón.
Me gusta leerte, hacía tiempo ya.
Un beso
Publicar un comentario