Seguidores
martes, 24 de enero de 2012
Encuentro bélico.
Recuerdo los anhelos de pasiones escondidas que acallabas con cada pestañeo. Y enfrento día a día las posibilidades de un descuento a mi coraza, pero por dos pasos que avanzamos juntos, rechazas el camino al igual que un rey a un vástago.
Los entreceños bien fruncidos y los pies bien clavados al otro lado del camino. Acostumbramos a no derramar más que el tiempo. Recorremos azorados nuestros cuentos.
Y sí, es cierto, que esta realidad incierta no concede tregua, pero los senderos se abren con paciencia.
Por cada gesto una canción, dos pellizcos al corazón y dejamos la sal a gusto de cada uno.
Para variar quiero acción y dejar la paz para los que se hallan cansados tras sus guerras.
'' Eres la mariposa que bate sus alas a miles de kilómetros y provoca un tornado al otro lado del mundo. ''
Como el niño serio y triste al que acogen las esquinas.
Fingimos por negocio.
Un puñado de escenas que se repiten fotograma tras fotograma que hacen nacer aperturas en mis tardes anímicas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Uy, de esas tardes anímicas uno ha sabido bastante, los fotogramas se repiten una y otra vez torpemente en el presente (hasta la rima es torpe) dando lugar a una nueva película, que es un silencio fílmico.
¿Por qué un rey puede rechazar a un vástago?, podría ser un rey revolucionario que se hartó de la sucesión indestructible de su propio poder y ese maldito árbol Real (de corona y de realidad) devorándolo todo,
Y aún con lágrimas en los ojos, yo creo que me gustaría ser como ese Rey, o necesitaría serlo aunque no me guste.
Un fuerte abrazo.
He aquí guerras del siglo XXI.
Hermoso pero a la vez triste.
Yo no finjo.
Así me va...
Besos.
No sé por que cuando has escrito tardes anímicas tuve que mirar la ventana, hoy esta nublado, ha llovido a ratos y realmente el ambiente es de nostalgia, tiene que ver, jaja me ha encantado, espero que estés bien nos comentamos (:
Publicar un comentario