Treintayuno.

                                   

Podríamos prometer que mañana cambiaremos, que reclamaremos mediante nuestras manos cualquier viento en nuestro cajón de sastre. Dónde queda todo lo desordenado, todo lo difuso en nuestras vidas, algo que suele rondar el 80% del total. Podríamos abandonar a la razón en un momento justo o podríamos intentar alcanzar el lazo de aquél globo sin paraje.
En el corazón del valiente siempre se hallan dudas del calibre del tamaño de tu sonrisa. Y con 35 amaneceres y 7 sábanas de colores voy bordando mi amanecer, dónde pueda colocar cada inseguridad con un par de botones a cada lado. Para contemplarlo desde el mismo suelo y que me susurre todo lo que debo llevar con calma y dedicación.


                                                                                                                       Touch



Diez noches y cinco insolaciones. Razones por las que olvidarte.